LOS TRINITARIOS EN SEVILLA

Fue una de las cuatro ordenes religiosas que inicialmente se unieron al Vía-crucis de Sevilla, instaurado por el Marqués de Tarifa, D. Enríquez de Ribera.

Papa Pío VII

En 1821, beatificado por S.S. Pío VII, el fundador de los Trinitarios Descalzos, Juan Bautista de la Concepción y llegadas sus bulas a Sevilla, su comunidad decidió dirigirse al clero de la parroquia de San Miguel, los cuales habían unido a la petición a la Santa Sede y a la Archicofradía Sacramental de la misma, para que considerando como Padrinos de ésta beatificación al Arcángel San Miguel y a Nuestra Señora del Rosario, las trasladasen a su convento y presidir la función religiosa. Así el 16 de febrero se formó una procesión, desde San Miguel, dando principio los doce niños con cirios de la Hermandad del Sagrario, diputaciones de las Hermandades, convite de hermanos con velas, estandarte del Santísimo, paso de San Miguel (para esta ocasión se le pusieron a la imagen ojos de cristal), que iba sobre andas de la Virgen del Carmen del Santo Ángel, y el preste. Después seguían gran número de cirios, cruz parroquial y la Virgen del Rosario, en las andas de Monte-Sión, preste y palio de respeto, música de Artillería y una compañía tocando tambores y pífanos.

Para poder entrar el paso de la Virgen del Rosario en el Convento Trinitario (actual de la Hermandad del Cristo de Burgos), fue preciso cortar los zancos de la parihuela. Ambos pasos quedaron flanqueando el Altar Mayor.

San Juan Bautista de la Concepción

Terminados los cultos al nuevo beato, el día 4 volvieron en nueva procesión a San Miguel, en compañía de las andas de quien había sido elevado a los altares Fray Juan Bautista, colocado en un templete de plata de la Hermandad del Sagrario. Los cronistas manifestaron que esta procesión fue una de las mejores que se habían organizado en Sevilla, por la numerosísima de su concurrencia, tanto de asistentes a ella, como de espectadores.

Mendizábal

Después de la desamortización de Mendizábal, vuelve a Sevilla la Orden Trinitaria, en el año 1986, haciéndose cargo de la Parroquia de Ntra. Sra. de las Veredas (Valdezorras), posteriormente de la San Ignacio de Loyola (Polígono de San Pablo), de las Capellanías de los Centros Penitenciarios de Sevilla-2 y el Centro de Mujeres de Alcalá de Guadaira.

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