La periodista, Dña. Irene Gallardo en la presentación de la maqueta del Misterio de Ntro. Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Sevilla), junto a nuestro Hermano Mayor, D. Manuel Márquez (izq.). Y D. Luis Alvarez Duarte (imaginero y autor de las figuras). Archivo Hermandad 2006
Traémos un extracto del Interesante, ilustrado y documentado artículo de Dña. Irene Gallardo Flores editado en la revista de ABC "Pasión en Sevilla" de Octubre de 2009 donde recoge el siguiente texto:
"... lnico del arículo hacemos mención de la advocación que en Sevilla se ha tenido desde tiempo inmemorial a iconografía infantil de Cristo, es por ello por lo que hemos traído a estas páginas, ejemplos devocionales diversos, que nos van a llevar al verdadero protagonista de este artículo, el "Niño Jesús, Rey y Redentor" conocido también como el "Niño Perdido"" de los Trinitarios.
EL SANTO REYLa periodista y poeta Isabel Cheix y Martínez narra en su libro <<Vida de las Justa y Rufina>> (1896), cómo San Fernando siendo niño y hallándose en Burgos con sus progenitores, tuvo un encuentro con San Juan de Mata. El santo trinitario y cofundador de la Orden junto con Félix de Valois, traía de Roma, recomendaciones dadas por el Santo Padre a los Reyes de Castilla y León, Aragón y Navarra, estas consistían en l fundación de las casas de la Institución Trinitaria, parece ser. El encuentro y la petición queda registrado para la posteridad, merced a los escritos de los cronistas de la Orden y según los testimonios del cardenal Baronio. En esa visita a sus padres, Fernando III recibió de manos de San Juan de Mata la bendición y el escapulario de la congregación, haciéndose en adelante ferviente seguidor de la doctrina trinitaria.
En sus huestes, el monarca trajo consigo hasta Sevilla, a varios religiosos franciscanos y a dos padres trinitarios, estos últimos, se adentraron en la ciudad aún en manos de los infieles, en busca de cautivos para proceder a su liberación, tal y como manda la regla principal de su orden.Una vez reconquistada la ciudad, Fernando III lleva a cabo una serie de obras entre las que destacamos el repartimiento de la misma y la creación de diversas iglesias, tales como San Román, Ómnium Sanctorum, etc... asismismo ordena erigir sendos conventos entre los que destaca uno de los primeros y que gozó de gran favor real, el de la Santñísima Trinidad en las proximidades de la Puerta del Sol, erigido sobre cárceles romanas en que sufrieron martirio las patronas perpetuas de Sevilla, las santas alfareras trianeras Justa y Rufina.
De esta fundación queda constancia en la carta de Privilegio recogida por Don Alonso el Sabio en 1291 y que recoge la repartición que Fernando III efectuó en 1253.
El Rey de Castilla y León, según cuenta la piadosa tradición, trajo consigo la bendita imagen del Niño Rey que hoy nos ocupa, cediédola a los religiosos redentores, que desde su recepción la ubicaron en la Iglesia, como queda constancia en el Libro de la Fundación y que citamos textualmente: "El altar del lado del evangelio lo ocupa el Niño Perdido, dádiva del Santo Rey Don Fernando, admiración y devoción de la Ciudad toda, porque es maravillosa ..." "...Sin temor a arriesgar sus vidas los trinitarios redentores embarcaban en el puerto de Sevilla, rumbo a los distintos lugares del norte de África, donde tuviesen noticias de que pudiesen existir cautivos cristianos, tras las más que arduas negociaciones que habían de mantener, traían consigo hasta nuestra ciudad a los famélicos y maltrechos cautivos redimidos. Toda vez que arribaban a puerto, junto con una ingente muchedumbre que se agolpaba alrededor de los redimidos, se formaba una severa procesión con los religisosos trinitarios embarcados y con los que llegaban a recibirlos procedentes del convento, portando sendas banderas con la Cruz, la Virgen Santísima y con el escudo de la Orden, llevando hasta los recién llegados la imagen bendita del Niño Jesús Rey y Redentor, pues no en vano merced a la intercesión del Dulce Jesús, se llevaban a cabo las redenciones del cautiverio por los trinitarios..."
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